Letra viva...

Quienes viven en el Distrito Federal, en muchos casos, se desviven en críticas hacia los de Monterrey por su estilo al conducir un auto en zonas urbanas... Y tienen razón.
Es común ver en las avenidas a los conductores y conductoras hacer de la vía pública tierra de nadie... Y eso que pueden darse el lujo de mentarle la madre a cualquier agente de Tránsito por una presunta falta de honestidad y de ineficiencia.
Sin embargo, no se miran así mismo como parte del problema.
Con aquella temeridad, como si se tratara sólo de su vida, algunos irresponsables, hombres y mujeres salen a la calle sin el más mínimo respeto a sí mismos como al resto de quienes conducen un auto.
Habrá quienes sí observen una conducta adecuada y no tengan que conocerse de memoria los puntos del Reglamento de Tránsito y Vialidad del Municipio de Monterrey, pero a una gran mayoría le hace, al menos, leerlo alguna vez en su vida.
De esta forma se verán todas las faltas que cometen contra él.
Tan sencillo como que no han visto que en el capítulo octavo De las Prohibiciones a los Conductores de Vehículos, en el Artículo 40 apartado XIX dice que se comete una infracción al "Empalmarse con otro vehículo o rebasarlo utilizando un mismo carril de circulación, o hacer uso de más de un carril a la vez".
Y también en el número XXVII. del mismo Reglamento "Manifestar una conducta evidente de hostigamiento hacia otros conductores haciendo mal uso del vehículo que conduce", es ya una falta a dicho reglamento.
¿Cuántas veces, apenas cambia el semáforo a verde y ya el conductor o conductora, acciona el claxon o hace un cambio de luces, como diciendo 'apúrate, pend..., ¡no ves que ya cambió', muévete?
Falta mucha cultura vial, pero ahí está la letra, y la letra, como dicen en el rancho, con sangre entra, así que más vale evitar el derramamiento de tal y darle una miradita al texto de 58 páginas, en formato pdf y hasta descargable.
Ya va siendo hora de que estas situaciones cambien.