miércoles, 20 de enero de 2010

¿Cuántos más?

NACE es una asociación civil llamada No A Conducir Ebrio, surgida en el año 2000 por iniciativa de padres de familia que por accidentes viales, entre algunas experiencias dramáticas, han perdido la vida de seres queridos.
Su trabajo ha consistido en hacer notar a la ciudadanía del riesgo que implica el conducir bajo los efectos del alcohol en la sangre, y sobre todo, en lanzar iniciativas de ley que pretenden relacionadas con la penalización de conductores ebrios.
En una de las informaciones que ofrece en la página en internet, NACE señala que la Ciudad de Monterrey se encuentra entre los primeros lugares de consumidores de alcohol en adolescentes de 12 a 19 años, cifras que no se sabe si son actualizadas o no, pero que llaman la atención siempre.
Este miércoles 20 de enero, los canales de televisión locales dieron cuenta de un accidente más que es el resultado de la falta de educación vial, en apariencia, entre las nuevas generaciones de conductores.
A bordo de su automóvil, un joven de 22 años, Andrés Arrambide Montemayor, alcanzó una velocidad de más de 200 kilómetros por hora; su carrera sobre Avenida Lázaro Cárdenas terminó cuando el joven impactó su vehículo en una torre de alta tensión, eso provocó que saliera disparado sobre la carpeta asfáltica y otro coche le pasara encima dejándolo sin vida.
En algunos noticiarios ofrecieron información de que el joven fallecido hacía competencias con otro conductor, luego de una fiesta. Milenio, en su edición de Monterrey, refiere el caso en un trabajo de Iram Oviedo.
Y aunque no se sabe que el ahora occiso haya ingerido bebidas alcohólicas, pero, ¿en cuál fiesta juvenil no existe ahora por necesidad una botella de cerveza u otros enervantes?
Es de suponerse que en estado de ebriedad es como sucede que un joven se vuelva invulnerable y meta el acelerador de su coche hasta el fondo sin medir las consecuencias, en ese estado de inconsciencia.
Los informativos señalan que un tío del joven dio a conocer la ausencia de los padres en la Ciudad.
La tarea de NACE se encumbra cada vez que ocurren en la Ciudad este tipo de accidentes, y se resulta totalmente necesaria cuando por esa falta de cultura, en Monterrey ocurren tales hechos donde las vidas de personas se ven truncadas cuando se pudo haber prevenido.
¿Cuántas asociaciones como NACE tendrían que multiplicarse? ¿Cuántos accidentes trágicos ocurrirán en el 2010?
A la última pregunta se puede responder fácilmente. Todos aquellos que sean necesarios hasta entender que frente al volante de un coche se debe poner una persona totalmente responsable que se cuide de sí misma y de los demás.


Escena publicada por Milenio.com sobre el accidente en que perdió la vida el joven de 22 años.
Foto: Iram Oviedo

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