miércoles, 17 de marzo de 2010

Fiesta que no acaba...

Y que se renueva cada vez.
Porque cada año es distinta desde 1991, cuando todo empezó.
Desde entonces, el Mitote Folklórico, como muestra de grupos de danza mexicana residentes en Nuevo León, así, bautizada con "k", ha desarrollado un mosaico en el que despliegan lo más nuevo aprendido en el salón de ensayos, aquella reposición de repertorios ya montados o bien algunas, las menos, innovaciones sobre cómo se danza algún baile en particular.
Acaba de pasar la edición 19 de este Mitote, y queda aún en el ambiente ese deseo de muchos de saber si las presentaciones de las más de 38 agrupaciones que participaron pudieron haber sido mejor, o al menos, diferentes.
El Mitote Folklórico se parece, en todo caso, a una Olimpiada del Folclor Mexicano.
Sin embargo, en esta actividad no condecoran a nadie con medallas de oro, plata o bronce a quienes hayan ejecutado a nivel de excelencia el Jarabe Tapatío, tampoco entran en competición por ver cuál grupo es el mejor en bailar sones huastecos.
Pero de que todos los ensambles buscan ofrecer lo mejor que saben hacer eso es un hecho. Que lo logren en escena, esa es otra historia.
Esta cita de folcloristas no se asemeja a ninguna otra, y es diferente a los concursos y competiciones de baile, grupales, por parejas o individuales, y en el 2011 cumplirá su vigésima edición, oportunidad para hacer un balance y mirar de qué forma se puede mejorar su organización, y obviamente, el producto para ofrecer a su público.
La pregunta entonces es, ¿qué se puede mejorar?
Rodolfo Múzquiz, coreógrafo e investigador coahuilense, fue invitado por el comité organizador del Mitote para observar de cerca el trabajo creativo de los grupos, hacer una evaluación general y emitir algún veredicto.
"El público agradecerá que no sea algo repetitivo, no quiere ver sólo Nuevo León, o no solamente Jalisco. Quiere ver un trabajo que incluya además investigación, un estudio etnográfico, y no sólo una secuencia de bailes.
"El Mitote debe continuar, porque aglutina a muchos factores sociales, es gratis ver lo que presentan al Aire Libre, y eso es muy bueno, porque invita al público para que entre a la Gran Sala, y eso llegará a crear educación. Los maestros del Mitote tienen que ponerse de acuerdo y dar importancia al aspecto teórico, porque el folclor es una ciencia y tendrá todavía un impulso mayor con el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Hay que hacer un esfuerzo mayor, todos", explicó Múzquiz.

 En la Gran Sala del Teatro de la Ciudad se presentan los grupos de danza folclórica con una trayectoria mayor de dos años.
Foto: Cortesía Daniel Gil

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